By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, Chile. 1-Nov-2010.
Hace un par de semanas asití a un congreso sobre patentamiento y las posibilidades que esta herramienta brinda, según la OMPI, al desarrollo de los países. Más allá de dar mi opinión respecto a la misma, que merecería un análisis menos de crónica que técnico, me remitiré si bien no a citar, indicar la idea de uno de los expositores, que señalaba que para aprender a negociar es necesario negociar, no bastando sólo con teorizar y aprender en aula el clásico método de harvard.
Ulteriormente, encontrándome en el lanzamiento del “Y tú no me contestas” de Poli Délano, evento que lo único que tenía en común con el anterior era la presencia de público y el espacio también público –un museo en un caso y una multisala cultural en el otro-, además del narrador bi-presente, escuché del hijo de Lola Falcón y Luis Enrique, que para aprender a escribir es necesario escribir. Incluso éste fue más lejos al señalar que no sólo no bastaban sino que hasta podían obviarse, los talleres y aulas literarias.
Transcurridos unos días, y nuevamente en un evento de carácter público, esta vez en una céntrica calle del santiago que en teoría todos conocemos, una tétrada de escritores nóveles, en el sentido menos etario que de debut social (editorial, dirán algunos) señalaban ante el cuestionamiento de un novel vecino, también en un sentido menos etario que de debut en sociedad (barrial o alusivo al barrio, dirán otros), señalaban ante un no escaso público que se reunió durante el lanzamiento de sus libros, que la combinación de talento y perseverancia modelaban al escritor, respondiendo de esa forma al cuestiomaniento sobre si un escritor nace o se hace.
Comprenderán ustedes que con tales experiencias no pude sino, una vez en presencia de mi pupilo y primogénito, cuan magnánime pedagogo de rictus severo, indicarle con tono de ministro de educación, directora de algún programa dependiente del mismo de la otrora forma de gobernar o de sostenedor de los establecimientos educacionales de alguna influyente familia transnacional, que en cualquier actividad que se emprenda en la vida, sea ésta por placer, lucro o alguna combinación de ambas, la práctica hace al maestro; o que, el aprender se logra haciendo. Quise entrar en detalles con algunos ejemplos, pero sólo vinieron a mi mente deportes, con y sin árbitros, donde los participantes se trenzan en sendos combates metafóricamente mortales, por lo que preferí obviar esta parte del solemne acto de evangelización racional al que me encontraba abocado.
Respecto al lanzamiento de libros, me referiré en otra ocasión. En ésta, sólo quiero relevar que la perseverancia, esfuerzo, pasión y disciplina, unidas al talento, son condiciones necesarias y suficientes para brindar deleite a otros en alguna actividad. El deleite será mayúsculo si es algún deporte bipersonal sin árbitros de por medio.
Quizás no sea yo talentoso para la escritura, pero sí dispongo de lo demás. Por lo pronto estoy escribiendo. No he decidido aún las temáticas, pero sí su extensión: tipín 500 palabras, or 500 words lenghtish.
Saludos cordiales,
cav.
