29.4.12

Narcisismo, Dispersiones y Envidia o Males del Alma


By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 29 de abril de 2012.

Debo reconocer que durante esta semana no anduve lo suficientemente creativo para poder enganchar la nueva entrega de Rodrigo del Campo de su publicación Carrera Profesional (o Desarrollo de Carrera, no sé bien cuál es el título, no le he prestado mayor atención) con el texto que decidí publicar los domingos -tonteras que decide uno, a veces-, por lo que el escrito que cayó en mis manos estuvo de maravillas. Imagino que mi ex dirección fue hallada gracias a la información que publicó el Servel, el pasado jueves, respecto de los casi 13 millones de votantes. Esto (entre paréntesis) me hizo tomar conciencia de que debo actualizarla, para ver a quien apoyo en las municipales de Octubre (Zalaquet/Tohá /Zalaquet/Tohá ... Mmm, no sé por qué me acuerdo del gran Parra y su Moscas en la Mierda). En fin, cada cosa en su momento. Eso será octubre; esto otro, el domingo. Como decía, qué maravilla de texto -y aunque fuera un bodrio, era lo que había- llegó a mis manos hace unos días. Lo comparto con ustedes para su solaz -al menos, lo fue para el mío- y para enlazarlo con la "nueva" publicación de Rodrigo del Campo. Respecto a si fue editado, como se deja entrever en el texto, la respuesta es obvia.
“Lo mejor de escribir en un blog de un librepensador que no paga -en dinero; ya se sabe que hay algunos blogs que pagan por escribir- y que además te gustaría fuera tu íntimo, es que no tienes obligación alguna con la creación para el próximo domingo (de  ningún tipo: ni editorial ni de que ésta vea la sombra). Puedes hablar de lo que se te plazca y crear lo que se te plazca: opinión, cuento, ensayo, nivola o algún híbrido. Por algo dinámica es la vida y por algo la vida tiene matices, por más que haya quienes quieran verla sólo en blanco y negro, lo que me hace recordar a Eliana Simón en su Humor a Toda Hora cuando indica “Antes, en la literatura, los personajes eran buenos o malos.  Hoy día, los caracteres son más complicados. Hay buenos con ciertas vetas de maldad, y hay malos con cualidades de bondad. Los personajes de hoy tienen neurosis, complejos, doble personalidad, amnesia y surmenage (1)”. Qué magistral y sencilla forma de decirlo; e irónica, habiéndolo escrito en su artículo La Complicación. Pero los matices tienen sus bondades, pues permiten, entre otros, ser una persona dispersa, multipolar, bondadosa con rasgos de maldadosa -o viceversa- y tener neurosis o cualquier otro mal del alma -según los denomina Claudio Naranjo- como Sadismo vs Masoquismo; Narcisismo vs Orgullosismo (neologismo seleccionado por su rima consonante). Lo que me hace recordar Un Chiste entre Psicólogos -No confundir con Un Crimen entre  Psicólogos, de Perez de Arce-: Qué le dijo el Masoquista al Sádico?. -Golpéame. -No!, pronunció el sádico con un dejo de placer en su rostro...  Pero no nos dispersemos, volvamos al tema, narcisismo-y-orgullosismo es inversamengte proporcional a masoquismo-y-sadismo. Mientras estos últimos se potencian (efecto sinérgico), los primeros se repelen (efecto antagónico).
Los matices, por otra parte,  tambien están presentes en los cuentos. Para algunos deben  tener un mensaje, para otros, no. Fischman y Jesús, según se les lee, gustaban contar historias que dejaban una enseñanza; mientras que a Conan Doyle le gustaban sólo los cuentos bien contados, agregando: “Por lo que más quiera, no me meta en un cuento, en la aventura de unos personajes, un sermón ni una conferencia erudita”. A mi se me exigiría, si tuviera algún tipo de obligación con esta  plataforma -aunque quizás me equivoque-, cuadrarme con Fischman y Jesús, elaborando un cuento con una moraleja que permita vincularla a la entrega dominical; yo, por mi parte, preferiría cuadrarme con Conan Doyle. Probablemente me editen y termine este texto teniendo también matices: ni tan cuento ni tan parábola, en sus sentidos más puristas. Pero qué importa. He decidido firmar como él, escribir como él, mimetizarme con él. Para qué darme a conocer?. Si supieran quién soy, me leerían distinto. Hay quienes no creen en la subjetividad de la realidad, la que cada cual ve como quiere -o puede- de acuerdo a sus experiencias, (pre) juicios, credos, (anti) valores y convicciones. Podría ser yo el mismísmo Fischman, o podría ser el mismísimo Jesús, también el mismísimo Bioy Casares o el mismísimo Haebig, escribiendo desde la cárcel, entre memorias y memorias. Tu predisposición, lector, dependería de quien yo fuese, por lo que elijo ser Él.
No faltará quien diga que soy una persona insegura. Que prefiero el anonimato -o mimetizarme- a que unos seudos críticos destruyan mis escrituras -como han intentado destruir otras Escrituras- o me vanaglorien para luego dejarme caer y esputarme en el suelo -el ser humano es un ser perverso per se-. No gracias, estoy bien así. De hecho, sólo para mostrar el punto contaré la historia de una bondadosa persona con vetas de maldad o de una malvada persona con ribetes de bondad -como quiera vérsela-. Personalmente no la juzgo, trato de ser una persona librepensadora -como él-, además que las cosas no son ni buenas ni malas (y dale con lo mismo). Recuerdo que esta persona alguna vez me contó -usaré comillas sólo para facilitar la escritura/lectura, aunque no la estoy citando textual. La memoria es frágil y probablemente termine yendo más allá, narrando subjetivamente la historia de acuerdo a mis propios males del alma. En fin, así se escribe(n) la(s) historia(s) (y siempre ha sido igual): “En cierta ocasión seduje a quien se encargaba de una famosa librería, pedí sus coordenadas frente a los ojos de su pareja, me trató de persona descarada y me la dio a continuación, le escribí, me respondió, fui a su librería pues me había dicho que salía a tal hora, estaba su pareja, no me saludó, me miró nerviosamente y a la vez, con el regocijo causado por el exceso de endorfinas devenidas del momento tensional -yo soy una persona operada de los nervios-, me dijo que fuera por el libro a la semana siguiente, que el sistema ya estaba cerrado, pedí una tarjeta, me dió un separador de libros, acaricié sus dedos cuando me la entregó, sus pupilas se dilataron (2), su pareja miró el reloj y pensó en “la otra persona” -siempre hay otra persona (3)-, me fui, no sin antes despedirme de todos. Afuera me esperaba otra persona. Me contó que se largaba. Persona orgullosa, pensé. Persona Narcisista, pensó...” y continuaba con otros detalles que no viene al caso recordar, pero lo mismo da, pues está ya mostrado el punto: Males del Alma por donde se mire. No me fue contado el desenlace -o quizás lo olvidé. Soy una persona dispersa, así que no sería extraño que no le haya puesto atención-. Como sea. La persona orgullosa  con seguridad viajó y la persona Narcisista (con mayúscula, no se olvide que es narcicista) con seguridad encontró otra fuente de agua donde reflejarse. De personas narcisistas, orgullosas y mitómanas está atiborrada la sociedad. Aunque debo advertirte, lector, que yo no soy una persona narcisista, orgullosa, moralista, intolerante, egoista, insegura ni mentirosa. También advertirte que quizás no leas este texto, no porque te aburras y lo dejes, sino porque tal vez no vea la sombra dado que debe enlazarse con algún texto de un vetusto folletín menos por el contenido que por su fecha de publicación sobre el Desarrollo de Carrera. “En todo caso da igual”, diría la persona orgullosa, “es más importante la satisfacción de crearlo que el verlo publicado. Eso está para los narcisistas -con n minúscula, recuerde quien lo está pensando-”. Pero en fin, da lo mismo, porque no es mi intención darme a conocer. He creado cientos de obras que mucha gente ha disfrutado, pero nunca supieron que eran mías. Tampoco esta la firmaré.
Notas:
(1) Siutiquería del Santiago que no conocí. Se refiere al Síndrome de la Fatiga Crónica.
(2) Exhibicionismo, habilidades superiores de seducción y mitomanías, todas sintomatologías propias del narcisismo endógeno.
(3) Nuestro antihéroe muestra también un convencimiento férreo de la perversión de las personas.

Como indiqué, el texto cayó como por prestidigitación y permite esbozar no una, sino varias, moralejas, que se enuncian a continuación.

Moralejas
a) Si lee tanto, se le secará el cerebro. b) La vida tiene matices. c) Las personas -como las cosas- no son ni buenas ni malas. d) La realidad no es objetiva, se ve de acuerdo a las experiencias, valores y creencias. e) No todo lo que brilla es oro y todos mienten. f) Uno nunca termina de aprender. Y esto último, no tan sólo en el sentido cliché que le dan algunas personas, sino también en el sentido pragmático que le da Rodrigo del Campo en su publicación respecto a Educación Continua. g) Nadie sabe para quien trabaja. h) Mientras más entreno, más suerte tengo. Y) en esta oportunidad, sí que tuve suerte.
Baje acá

Saludos cordiales,
cav. 

22.4.12

Censo, cine e ironías


By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 22 de abril de 2012.


Once upon a time, alguien que creía conocerme muy bien, me dijo: “Si te preguntasen si eres cinéfilo, tu respuesta sería depende”. Sí, afirmé. Como en todo. Y agregué: Aquellas películas que presentan una historia carente de una temporalidad lineal son mis favoritas; si incorporan varias historias solapadas, mejor; si además aparecen trastornados mentales intentando -o no- modificar el Status quo o Establishment -sicóticos, neuróticos, esquizofrénicos o simplemente algunos pitia’os-, mucho mejor; y si agregan armas, drogas y sexo -con voluptuosas musas, ninfas y nínfulas-, ya estaría en el paraíso (Escape to Paradise). En fin, la respuesta sería depende de los criterios con que se defina a un cinéfilo. Y ya se sabe que criterios hay muchos, igual que descriterios. Pero mejor no hablar de ciertas cosas. Y si se habla, que sea clarito y al grano, no con eufemismos: Al pan, pan; al vino, vino; a la casualidad, casualidad -no cazuela!, recordé saltando a mi época escolar cuando Marcela danzaba el Lago de los Cisnes, Viviana cantaba al ritmo de su Walkman, Alfredo, como todo un caballero, compraba unos kojaks a Paola y Karem (uno a cada una!) y Begoña me declaraba su amor mientras yo trepaba por los árboles. El acoso de las niñas me aburría en ese entonces. Ironías de la vida.-. En eso estaba cuando llegó la censista, a quien había esperado todo aquel día, sin haber osado siquiera a ir a leer al baño, menos aún, a moverme de mi hogar. Una vez allí, con ella, comencé a evocar con emoción aquellos domingos, en casa de mis padres, cuando los esperábamos ansiosamente para responder preguntas del tipo: Tiene televisor? Cuántos?. Yo ya tenía preparadas mis respuestas. Televisor?. Para qué?. Para ver fútbol, asaltos, chiquill@s bailando y cahuines en los realities? Nein!. Jamais! Forget it!... “Ah, gracias. Veo que habla español, inglés y otros. Es una de las preguntas. La responderé de inmediato, para ganar tiempo”. Y continuó: “Esta parte es difícil: Quién es el o la jefe de hogar?. Porque sorprendentemente me he encontrado con muchas parejas jovencitas, donde son ellas las que aportan más dinero en sus hogares o lisa y llanamente los mantienen”. Gigolós!, pensé. Ingenuas!, pensé a continuación. Ironías de la vida!, mucho más tarde.... “Muchas gracias, ahora me voy. Me falta todo el piso de abajo, pero no creo que alcance. Se acabó el tiempo”. Cómo no se le iba a acabar -cavilé- si empezó a hablar sobre por qué estaban protestando los censistas, luego que una señora se consideraba araucana siendo rubia de ojos azules y que algunos se decían cristianos, cuando ninguna de estas categorías formaban parte de sus respectivas preguntas. “El trato de los supervisores no es el adecuado. La ven a una con cara de tonta, pero es sólo eso...”. No supe que responderle. Seguía absorto meditando sobre la baja productividad de la gente, por lo que no reparé en la mentada cara de tonta. Parece cierto lo que Rodrigo del Campo, en su publicación semanal de carrera profesional, señalaba en el artículo Gestión del Tiempo: “Las personas son productivas sólo 1/3 del tiempo”. Y continuaba en otro pasaje “... es necesario darnos cuenta de que el tiempo no es un fenómeno físico, sino mental”. De ahí a “There is no spoon”, más de 10 años atrás y con más de 10 revisiones en distintos lugares, fue sólo un salto, salto que por cierto no di tras ser empujado desde la copa del arbol donde Begoña, con voz muy melosa, intentaba seducirme. The greatest trick the Devil ever pulled was convincing the world he didn't exist. And like that, poof. He's gone”. 
Saludos cordiales,
cav.
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15.4.12

Presentaciones o Stand-up Comedy: Una oportunidad para decir cosas


El ritual no siempre es el mismo. Café, música y horas de lectura, son parte del actual. La escenografía, tampoco. Un ático, alguna céntrica cafetería atiborrada de nínfulas, un starbucks con muffin de arándano, una derruida casa paterna, algún banco del otro santiago del sector de Merced, un departamento, también céntrico, con los nuevos desarrollos urbanos para profesionales y estudiantes de una clase media emergente -también para meretrices, algunas estudiantes, cuyo segmento objetivo es esta misma clase media emergente-, una biblioteca, la mesa del comedor de la siempre acogedora casa materna -no hay que olvidar la paridad de género-, el baño. Lo mismo da el espacio que se disponga o el sexo que se tenga, para la tan sublime actividad de la Creación, ya se lleve a cabo por obligación, ya por placer: la presentacion del examen de grado, la redacción del poema para conquistar a quien te gusta -existirá aún este tipo de cursilerías?-, la nota ácida que aparecerá en la columna dominical atada a alguna entrega para el desarrollo de carrera, la estrategia para vender una idea en la empresa o cualquier otra actividad bizarre como el video casero de canibalismo real de Recife -a lo 8mm, de Nicolás Cage-, requieren de un espacio y un tiempo para realizarla. “Lo que me seduce del stand-up comedy, confidencia Natalia Valdebenito en un publireportaje de La Tercera, es que me permite decir cosas, dar mi opinión, mi punto de vista. No tiene que ver con la capacidad de tirar la talla en un asado, sino con la capacidad histriónica, la capacidad de escribir”, escritura, por cierto, que tuvo que tener un espacio y un tiempo de creación para plasmarse en alguna plataforma. A quién, posteriormente, se muestran estas creaciones?. Probablemente a una audiencia, grande o pequeña, que conllevará, necesariamente, a hablar en público, siendo ésta, justamente, la temática que aborda Rodrigo del Campo en su “nueva” entrega de Carrera Profesional. Por de pronto, prefiero leer a escribir, menos por la fascinante seducción que me provocan los Tacones Urbanos de Mariana Jara que por tiempo. En el ritual de la lectura se pueden encontrar libros tan buenos que, frente a la escasez de tiempo en los días que corren, se leen aun defecando, en contraposición a aquellos bodrios que “nica” se leen.
Saludos cordiales y bajen acá Presentación En Público.
cav.

8.4.12

Probando botones sociales


Como dispongo de tiempo para múltiples actividades, me puse a investigar en el ciberespacio como instalar los botones sociales de mayor uso para ser incluidos en este blog: compartir y me gusta. Como necesito probarlos, dejo para su solaz un artículo aparecido en El Mercurio (impreso) del 21/1/12 que se titula Las Sombras de los Psicólogos de la Carcel y que en su bajada señala:


¿Cómo "el psicópata de Ñuñoa" pudo pasar exámenes psicológicos y recibir un beneficio? El caso de Carlos Deformes encendió las alarmas. Aquí, psicólogos relatan las dificultades de sus tareas, la desconfianza con que son mirados por los propios gendarmes y revelan un sistema resquebrajado por una necesidad más urgente: descongestionar las cárceles y rehabilitar a los reos. 




o verlo en el sitio web http://bit.ly/HtGFgu (aunque entiendo que hay que suscribirse primero)


Saludos,
cav.

6.4.12

Conflictos o Yo soy yo y mis circunstancias

En estas nueva entrega de Carrera Profesional, correspondiente a los números 12 y 13, Rodrigo del Campo escribe sobre los conflictos, planteando que pueden ser gestinados adecuadamente mediante 4 pasos: a) entender el costo de los conflictos para la organización; b) identificar el tipo de conflicto que se está produciendo; c) reconocer las fuentes de generación de este conflicto; y d) desarrollar y aplicar estrategias para manejarlos. Yo por mi parte, tengo el siguiente conflicto: subir el documento para su solaz, inmediatamente, o recordar alguna anécdota que de cuenta de cómo se van mermando las relaciones cuando los conflictos no son gestionados ni resueltos adecuadamente. Voy a pensar en algo. Si no me acuerdo de alguna historia sabrosa -ni me hago el tiempo de inventarla, menos por placer que por capacidad- no entren en conflicto y procedan no más con la lectura (Bájela desde acá!).

Saludos cordiales,
cav.