28.7.08

La excitación de los géneros

Cuantas amigas y amigos estarán excitados –en alguna de sus acepciones- con esta noticia, aparecida el pasado 22 de julio en La Nación y que se relaciona con el Estudio Clínico Fase III del primer anticonceptivo masculino.

Entiendo y comparto dicha excitación, dado que se traduce -en la práctica- en una nueva forma de paridad de géneros, esto es la responsabilidad compartida de la anticoncepción. Las mujeres -jóvenes en su gran mayoría y por cierto, solteras-, durante años han debido, por un lado, soportar la aparición fenotípica de alguna expresión génica asociada a la ingesta de anticonceptivos orales, como por ejemplo engrosamiento de ciertas partes y vellosidades donde no existían, por nombrar sólo algunas; mientras que por otra, la angustia del olvido, las sumas y restas de fechas importantes y en gran cantidad de casos, el tremendo regocijo y alivio cuando el retraso respondía, quizás, a la alteración hormonal causada por dicha angustia. Sí, es cierto que los hombres también hemos soportado dichas experiencias, no por nada éstas ocurren de a pares, y por lo demás, las fenotípicas son visibles y palpables y las angustias, extensibles.

El anticonceptivo cuyo estudio se realizará en Australia, Italia, Alemania, Gran Bretaña, Indonesia y Chile, se inyecta en el hombre y tiene un efecto durante 4 meses. La petit morte llega –siempre; en algún momento- pero en la misma, la posibilidad de embarazo se reduce en cuanto el anticonceptivo imposibilita la secreción de los eternos sorteadores de obstáculos, cuyo único sobreviviente (salvo en el caso de gemelos univitelinos) se adjudica la Corona.

Lo anterior, no obstante, no reduce la posibilidad de contraer alguna enfermedad de la que no la siempre bien ponderada Venus, envía a los mortales para recordarles su condición de tal. En vista de ésto, siempre es recomendable incrementar (o disminuir, depende como se mire) dichas probabilidades, mediante el uso de estrategias múltiples y complementarias, como los son un buen gorrito, futuras pichicatas inyectables a la vena masculina, presentes ingestas de pichicatas orales femeninas, agüitas de yerbas, dispositivos de la discordia –al menos en Chile- y un buen calendario.

El estudio será llevado a cabo en Chile por el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER) y están en pleno proceso de reclutamiento de parejas voluntarias.


+info:
Noticia aparecida en La Nación (copypasteada a .pdf)
Quienes quieran participar pueden llamar al Icmer a los siguientes teléfonos: 6324644, 6328258 y 6335887.


Saludos cordiales,
cav.

keywords: anticonceptivos masculinos, anticoncepción, ensayos clínicos, fase iii, oms, agencia CONRAD.

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