By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 2008.Cabizbajo se le vio a Adonis aquella tarde en el Forestal, lo que no resultaba extraño si se considera que atrás quedaban Afrodita, Perséfone y la exuberante Grecia. La fortuna quiso que el héroe naciera en esta ciudad, de idiosincrasia conservadora. No obstante su tristeza devino en alegría, una vez que reconoció a Mercurio pregonando respecto a las grandiosas cifras que movía el comercio sexual. “Como es arriba es abajo -se dijo-, aunque superficialmente se le quiera tapar con diario”, y se lanzó en busca de sus ya olvidadas amigas.
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