En esta 3era entrega, Rodrigo del Campo nos habla de convertirnos en Expertos: las ventajas, las dificultades, el tiempo que toma y las consecuencias de ello. Esta temática la aborda desde una sencilla pregunta con una respuesta no trivial: Si usted tuviera que operarse del cerebro. Con quién lo haría? Con un médico que tiene sobre su escritorio el libro Neurocirugía para dummies o con un neurocirujano reconocido en su área. En otras palabras, con un Experto?. Si bien, al igual que cuando se le pregunta a 100 personas si consideran el inglés importante para el desarrollo de sus carreras, seguramente 85 contestarán que es absolutamente importante, acá la respuesta es esperable, dado el sesgo de la pregunta. No obstante, una respuesta adecuada sería Depende. Y depende del criterio de decisión. Se dice que la pregunta es sesgada, pues considera o supone que se tienen los recursos económicos para hacerlo. Cuántos compatriotas se mueren anualmente, esperando que los atiendan en el sistema de salud pública?. Las enfermedades, como la muerte, distan mucho de ser democráticas: Salud para ricos. Salud para pobres. Obviamente, si les preguntaran a todo ellos, contestarían que preferirían atenderse con un buen doctor, en lugar de uno malo; la respuesta es obvia.
Por otro lado, desde un punto de vista económico, un criterio podría ser buscar la mejor relación Costo / Beneficio, es decir, aquella que tienda a cero o donde se obtenga el mayor beneficio al menor costo. Si por el contrario, se trata la decisión desde un punto de vista emocional, por ejemplo la cirugía de un hijo -ni siquiera de un padre-, claramente se estará dispuesto a vender el alma al mismísimo demonio -literal o eufemísticamente-, para conseguir los recursos que permitan operarlo con el mejor cirujano del área, es decir, el ya mentado Experto.
Una tercera arista de la que no se hace cargo la pregunta es dónde ésta se realiza, es decir, no toma en cuenta la idiosincrasia de los consultados. En este larga y angosta faja de envidia el criterio imperante suele ser el costo: dos objetos de distinta calidad objetiva y similar aspecto externo, es ante la gente, lo mismo. Por lo tanto, frente a dos médicos se elegirá, de acuerdo a este criterio, el más barato. Por lo tanto la respuesta, como se señaló en un principio, dependerá del criterio (o descriterio) de decisión.
Dicho lo anterior, no deja de ser interesante la propuesta del señor del Campo.Especializarse. Volverse un Experto. Frente al surgimiento de cada vez más universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, la única manera de mantenerse competitivo es mediante la especialización. Negocio redondo también para los que lucran con la educación: Ofreciendo continuidad de estudios en horarios y modalidades totalmente acordes al tiempo y necesidades del cliente. Nuevamente, se hace necesario establecer los criterios de decisión adecuados para elegir donde cursar la especialización. Porque aunque una institución educacional se vea similar a otra, no da lo mismo donde estudiar. Infórmese. No compre a la primera ni se engañe por la publicidad. Sepa que las palabras crean realidades. Elija el criterio costo / beneficio para decidirse. No compre sueños. Lo barato, a la larga, siempre sale caro. En definitiva, conviértase en un Experto consumidor.
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