Liderazgo versus gestión o La primera impresión

Learning by doing. 500 words lengthish. Santiago en 100 palabras. La Historia de la Vida del Buscón, de Quevedo... Heme aquí nuevamente. En el punto cero, en la delgada línea que separa una hoja en blanco de un texto que suene coherente, interesante, actual y lúdico. Siempre me ha resultado lo más difícil de un escrito. Suelo poner especial atención a aquellas primeras líneas de cualquier texto que definirán, a la larga o a la corta, si se mantendrá o no el interés en la obra, sea cual sea su tamaño -el tamaño no importa, dirán algunos. Lo bueno y el veneno, vienen en frascos chicos, otros-. La primera impresión siempre es importante. Y no es tan sólo una cuestión de ropas, dinero o misteriosa fascinación. Ya se sabe eso de que la mona aunque se vista de seda, mona queda. No obstante, hay que disponer del menos común de los sentidos para vestirse adecuadamente en determinadas circunstancias -una dosis de ubicatex junto a un condón, sea cual sea tu sexo, en tu bolso, pueden marcar la diferencia entre la improvisación y la concienzuda planificación. Nunca se sabe cuando salta la liebre o cuando se tiene una reunión de 3 hours lengthish, con una influyente, seductora y estilosa persona vinculada a tu actividad laboral-, por el sólo hecho que lo amerita la situación o porque eres un modelo a seguir. Escribir la primera línea y ser un modelo a seguir, siempre resulta difícil y agotador. Puedes ser crítico, abúlico, soez, desgarbado, malhumorado, pero siempre, siempre, tendrás al menos un seguidor. Y eso, ya te entrega una responsabilidad que puedes no querer. La vida no es fácil ni justa. Ni debiese serlo. Seguidores? Con tanta mala leche? Anders Breivik, autor de la matanza de la isla de Utoya y del atentado de Oslo en julio de 2011, tiene seguidores. Pinochet tiene seguidores. Hitler tiene seguidores. Dominique Strauss-Kahn tiene seguidores y también, incondicionales. Como Anne Sinclair, su esposa y la mujer que fabricó su imagen (Lea su primera entrevista dada tras el escándalo de DSK y la demanda por agresión sexual e intento de violación de Nafissatou Diallo (32 años?!) en el hotel Sofitel de NY, en mayo de 2011 http://bit.ly/yjlZgo), hoy encargada de la edición del Huffington Post en Francia (http://huff.to/A6N3qF). Curiosamente -quizás no tanto-, existen ciertas personalidades que se constituyen en verdaderos íconos. Dificilmente podría decirse que son gestores en el sentido de conductores formales de grupos, sino más bien líderes. Negativos o positivos, son lideres en el sentido literal de conducir masas hacia algún objetivo. Cuál es la diferencia entre liderazgo y gestión? David Fischman, gurú en su área, la explica con una decena de fábulas o parábolas -no me pidan hacer la diferenciación a esta hora-, en su serie de libros: El Camino del lider, El Espejo del Líder, El Secreto de Las Siete Semillas, El Líder Tranformador y otros. Uno de ellos ya lo tengo comprometido. El mío propio, no creo. Quizás alguien me lo regaló. Si no fuera así, las mil rayas rojas que adornan su interior no serían impedimento para obsequirlo. Los libros no son elefantes blancos. Son instrumentos dinámicos y exquisitos que deben disfrutarse milímetro a milímetro. En esa serie, Fischman explica las diferencias entre liderazgo y gestión y realiza didácticas y amenas ilustraciones de estos elementos. Y justamente fue a partir de Fischman y el comprometido Camino del Líder que recordé las publicaciones de Rodrigo del Campo. Nada es casualidad ni coincidencia, sostienen algunos. Podemos coincidir en algunos puntos y/o lugares, pero, por casualidad?. Sobre eso -y siempre la puta manzana-, escribiré en otro momento. Lo mismo que de las Historias de una Escort Conversa, que asistía a las fiestas organizadas por Dodo la Salmuera. Por el momento me declaro versátil -ya en el pasado me he declarado escéptico- para ajustarme a cualquier combinación de habilidades blandas requeridas en algún puesto que sea de mi interés, entendiendo por eso a aquel que satisfaga una función de bienestar, cuyas variables sea alguna ponderación de sueldo, beneficios, proyecciones, responsabilidad, cargo, ambiente laboral y otros. Pero cada cosa en su momento, siendo éste el de dejar para su solaz Ejecutivos Blandos, de Rodrigo del Campo en la publicación Carrera Profesional.

Saludos cordiales,

C. Álvarez Velden.