22.7.12

Remembranzas, Distracciones y Recursividades o Coincidencias/Similitudes/Inspiraciones o Tercios (+E31+E32)


By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 22 de julio de 2012.

Conversando con un amigo -cuyo nombre no quiero remembrar, pues como se sabe un caballero no tiene memoria- respecto a los fondos concursables nacionales, en general, y los fondos para nóveles escritores, en particular, me confidenció lo siguiente:
Fui el otro día -al borde del plazo, como buen chileno- a dejar la documentación necesaria para postular al fondo concursable para nóveles escritores, cuyo primer llamado apareciera hace un par de semanas en un diario de circulación nacional. Tras llegar a la Oficina de Partes y convencer a la recepcionista -cuya cara de bofe no quiero recordar, menos por caballerosidad que repulsión-  de que era conocido de una Ejecutiva de Proyectos que allí se desempeñaban -de las pocas que realmente trabajan, pero de verdad, en el sector público- y que a través de ella entregaría en las mismísimas manos de la Coordinadora de Proyectos mi dossier, me permitió la entrada. El diálogo que sostuvimos -la coordinadora y yo (mi privilegiada amiga sólo hizo el favor de presentármela; pero ya se sabe que nada es gratis en esta vida, por lo que “debería” devolverle el favor más tarde)-, con bemoles más, bemoles menos, fue el siguiente:
- La entrevista del domingo?. Lista; Estado Nacional?. Listo; Café y avellanas tostadas?. Listos; Carrete de sábado por la noche (SxN)?. Listo; Prensa nacional e internacional?. Mmm, a ver, mmm... No está. Lo siento. Fuera de bases!.
- Pero si es lo único que me falta!.
- Este es el primer filtro del concurso. Llegan cientos de postulantes para ser escritores. La manera de reducir ese número a la mitad, mediante un primer filtro, es que hayan cumplido las formalidades. Si no se cumplen, se declaran fuera de bases y no entran al proceso de revisión. Total, de la otra mitad que será evaluada, sólo un tercio podrá ser beneficiada con el subsidio no reembolsable para su carrera -brillante o no- de escritor, pues los recursos son limitados y las necesidades -no básicas, por cierto- ilimitadas. Al segundo tercio, que probablemente sea tan bueno como el primer tercio, se le envía una carta elogiando su originalidad, cuantía e invitándolo a participar nuevamente. En el caso del tercer tercio, compuesto probablemente de puros bodrios, también se envía una carta, no se elogian claro está, se les informa su puntaje y se les invita, igual, a seguir participando...
Yo, sin seguir escuchando y esputando mentalmente a la coordinadora de proyectos, una menopáusica cincuentona veterinaria que jamás había ejercido como tal, carente de cualquier habilidad tanto blanda como técnica, que seguramente disfrutaba de ese cargo por las malas prácticas denunciadas -ex temporalmente- por el presidenciable Velasco, me dirigí a mi purgatorio personal, el tragadero-de-café más cercano que estuviese abierto. Una vez allí, me aboqué a leer aquello que me había dejado fuera de bases: Las noticias de Chile y el mundo.
En eso estaba mi amigo, cuando me distraje con el asunto de las noticias. Rememoré la prensa que había leído aquella mañana. No había mucho fútbol en las portadas, pero sí mucha tinta roja relacionada a las fiestas salvajes que tuvieron lugar la noche anterior, en Santiago y en regiones: Joven de 15 años atravesado por una lanza en riña de tres decenas de involucrados; pareja que regresaba del carrete con tres amigos, brutalmente acuchillada por hombre que los abordó mientras caminaban por Romero con Matucana; hombre (3x7) acribillado en el jardÍn de su casa por disparos efectuado desde una camioneta ubicada fuera de su domicilio en Lo espejo; joven de (3x5+1) años, acuchillado en el Cerro Barón de Valparaíso, por disputa ocurrida un rato antes, en una fiesta. De esa forma, tinta roja, esquizofrenias y otras trastornos mentales llenaban las páginas de los diarios nacionales e internacionales.
Como puede notar el atento lector, a diferencia de la semana anterior,  ésta sí leí prensa. No me distraje con las Confesiones Imperdonables de Daniel de la Vega (Zig-Zag, 1era Edición, 1964), cuyas crónicas, a través de una exquisita y delicada pluma, me llevaron a rememorar El Santiago Que No Conocí, versión coincidente/similar/inspirada en El Santiago que se Fue de Oreste Plath; a rememorar, también, el Confieso que he Bebido coincidente/similar/inspirada en el Confieso que he Vivido de Pablo Neruda; El Inútil de la Familia, coincidente/similar/inspirada en El Inútil, de Joaquín Edwards Bello; Las Confesiones de un Pagano, coincidente/similar/inspirada en Confesiones Imperdonables de Daniel de la Vega. Recordé, también, las Remembranzas de un Esquizofrénico coincidente/similar/inspirada en Remembranzas de un Seductor de quizás quién, no recuerdo...
En eso estaba cuando la voz de mi amigo, preguntándome la opinión, me distrajo de mis profundas cavilaciones en las que me encontraba absorto. 
-Sí, claro, toda la razón. Yo hubiera hecho lo mismo-, aseguré, sin el más leve dejo de no haber escuchado ni un tercio de su historia.
-Gracias. Ahora, al menos, me siento mucho mejor. Nos vemos... Ah!, y no te olvides de leer el dossier que presenté al concurso. 
- No te preocupes, lo haré... Siempre que me alcance el tiempo-, pero esta última frase no alcanzó a ser escuchada por mi interlocutor, que se retiraba raudamente.
Y sin más distracciones, partí en dirección a un lugar cuyo nombre no quiero rememorar -ya se sabe que un caballero no tiene memoria-.
Saludos cordiales,
C. Alvarez Velden.
--
Ps1. Ah!, y rememoren que, junto a la monserga dominical, se encuentra disponible la entrega de Desarrollo de Carrera, así que no se distraiga con el texto y proceda ipso facto a descargarla acá.
Ps2. Rememoré que, dado que me distraje la semana anterior, no hubo publicación de Carrera Profesional. En vista de lo anterior, déjola, también, para descargar acá.

No hay comentarios.: