8.7.12

Rusos, excepciones y mochila-de-conocimientos (+ Entrega 30)


By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 8 de julio de 2012.

Protocolo para Escribir Once a Week
  1. Wake up early on sunday and watch a contingent political TV program. Si usted vive en Chile y no tiene (o no le gusta) el cable, se recomienda -aunque no es taxativo ni imperativo- La Entrevista del Domingo con el no tan rellenito como se ve en pantalla -recuerde (o sepa) que la tv modifica la percepción de la realidad y en el caso particular de la masa corporal la incrementa en 5 kg +/- 2kg- Mauricio Bustamante y continuar con Estado Nacional, con el no tan seductor como intenta aparecer en pantalla con su excesivo guiño de ojo, Juan Lavín y que anteriormente conducía la naturalmente simpática Montserrat Álvarez -antes de irse a Canal 13, en enero 2011- y que también la pantalla chica le hacía parecer alimentadita con harta chuchoca, papas y zapallo (“Una vez iba caminando por Patronato y escuché: “Cacha, la de la tele, qué flaca. Si en la tele se ve chancha de gorda”. Montserrat Álvarez en revista Paula 1095, 12 de mayo de 2012).
  2. Durante la emisión del programa, sírvase un café -tipo Nescafé, Monterrey, Coronado o Haití, aunque sin piernas- y agregue algún fruto seco -semillas bajas en agua y ricas en grasas insaturadas (mono/poli)-, con el objeto de reanimarse de la juerga de la noche anterior, requisito esencial para lograr la escritura semanal y obtener la originalidad buscada mediante un proceso de creatividad lateral devenida de los flashback que seguramente aparecerán o bien, para estar si no lúcido, al menos sin sueño, para leer la prensa, tema que se aborda en el punto 3 del presente protocolo.
  3. Una vez hayan terminado los programas de tv, revise prensa nacional, diversa y plural, o al menos, todo lo diversa y plural a la que pueda acceder, para luego continuar con prensa extranjera -el idioma será una barrera significativa, aun cuando se utilicen las traducciones de los buscadores-. Lo anterior con el objetivo de saber cuál es la contingencia y el tema de conversación en su país y en el mundo. Se recomienda -nuevamente no es imperativo ni excluyente-, que si está en Chile revise latercera, emol, lun, lacuarta, elmostrador, radiouniversidaddechile, ciperchile, para terminar con con El País de España. Revise crónica, política, economía, cultura. Se sorprenderá de enterarse lo poco que sabía de la contingencia y que la vida es más que asaltos y fútbol. Con estás lecturas, seguro más de una idea obtendrá para escribir.
  4. Sea pluritemático en sus escritos y sea, además, diverso en el tipo de escritura. De acuerdo al prólogo de Manuel Rojas en Algunos de sus Mejores Cuentos (de Mariano Latorre, ZigZag 1957), se indica que: “La obra literaria es siempre el fruto de la experiencia vital del escritor. Hemingway proyecta siempre su propio problema, Gorki cuenta su vida, Kafka expone su agonía, Tolstoy su sentido de la cualidad de la vida, Proust describe su mundo y Dostoyevsky parece hacer lo que todos ellos juntos”. No desconozco la obra de estos autores, pero sí sus contenidos, excepto quizás por Kafka y su Gregorio Samsa, aunque en aquel entonces con una mochila-de-conocimientos escasa y que se centraba únicamente en el currículo del ministerio de educación: Pacha Pulai, El Corsario Negro, Alsino, La Celestina, Hatusime, El Jefe y Los Cachorros, entre otras cosas que menos por convicción e interés que por obligación, leí durante mi época escolar. Pero como toda situación, excepto una, es reversible, ya adquirí a Gorky, Dostoyevsky e incluí, también, a Chéjov. No resulta para nada curioso que los clásicos rusos no se incluyeran en el currículo escolar de aquella época.
  5. Elija algún tema y desarróllelo en cualquier forma. No se limite a un formato que se auto-preestablezca.
  6. No espere que “alguien” lo autorice a ser creativo. Escriba por pasión, por placer, por estar informado, por lo que sea. Tampoco dé explicaciones de las motivaciones que lo impulsan a escribir: Todos mienten, excepto uno; y justificaciones hay para todo.
  7. Una vez creado el texto, léalo y reléalo de acuerdo a su mochila-de-conocimientos. Corríjalo, edítelo. Obtenga un texto con el que se sienta si no feliz, al menos satisfecho y orgulloso.
  8. Si quiere lucir su obra, no la escriba en Cuadernos-de-Juegos tipo Diarios-de-Vida que posteriormente serán quemados. Exhíbala. En el peor de los casos dirán -porque siempre hablarán!-: “Ahora se cree escritor”. Lo anterior me recuerda un texto que leí y fotografié:
“Escribió un drama: dijeron que
se creía Shakespeare;
Escribió una novela: dijeron que
se creía Proust;
Escribió un cuento: dijeron que
se creía Chejov;
Escribió una carta: dijeron que
se creía Lord Chesterfield;
Escribió un diario: dijeron que
se creía Pavese;
Escribió una despedida: dijeron que
se creía Cervantes;
Dejó de escribir: dijeron que
se creía Rimbaud;
Escribió un epitafio: dijeron que
se creía difunto.”
     9. Next sunday, go back to number 1, y repita todo el Protocolo para Escribir Once a Week.


Saludos cordiales y no espere autorización para ser creativo.
C. Alvarez Velden.
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Postscript.
  1. Ah! y puede también descargar Tiene Usted Habilidades Políticas? de Carrera Profesional (Volumen I, Número 30).
  2. Revisar -aunque no sé durante cuánto tiempo- en el link http://bit.ly/N7BTtJ la columna Dios en Partículas, de Joaquín García Huidobro (El Mercurio, 08/07/12), a propósito del descubrimiento del bosón de Higgs.

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