PrS 1. El siguiente texto se encuentra en versión de trabajo y es parte de un documento –Diseño de un Sistema de Gestión de la Innovación para Pymes Chilenas pertenecientes a la Industria de las Comunicaciones Estratégicas (Diciembre, 2008)– que aunque vio la luz, no prosperó por diversas razones. Ya se sabe que Dinámica es la vida.
PrS 2. Se hace entrega de dos documentos de Carrera Profesional (E43 y E44). El primero de ellos, Usted S.A o El Secreto Mejor Guardado, puede descargarlo acá mismo.
PrS 3. La Importancia de la Práctica (Entrega 44 ó E44), se encuentra disponible al final del siguiente texto, por lo que ya sea lo lea o no, tendrá que verlo. Le recomiendo leerlo.
PrS 4. Se han agregado, dos bonus track (BT): De dónde provienen las buenas ideas, de Steven Johnson y el esquema en 3D del Canvas, herramienta metodológica visual-interactiva que permite transformar cualquier idea en un modelo de negocios (Business Model Canvas).
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De forma similar a lo realizado por David Fischman en sus obras sobre liderazgo (2004, 2005), donde las historias juegan un papel esencial para lograr transferir al lector, por analogías, los conceptos e ideas que quieren transmitirse, esta obra también comenzará con una historia, con la finalidad que el lector poco versado en temas de innovación logre retener lo esencial del tema. A lo largo del texto el lector siempre podrá volver a esta historia, para asegurarse que lo que está entendiendo corresponde efectivamente a lo que se quiere transmitir.
Suponga que se acerca el verano y una persona decide “ponerse en forma”, esto es perder algunos kilitos de más, eliminar la grasa y estar tonificado, además de sentirse saludable. No porque haya decidido esto, alcanzará su objetivo de inmediato. Lo que ha hecho esta persona es simplemente definir un objetivo, el que además debe estar asociado a una cierta meta, como por ejemplo, reducir 2 tallas, bajar 6 kilos, eliminar la flacidez, entre otras. Para alcanzar este objetivo la persona tiene distintas posibilidades de acción como por ejemplo revisar su dieta y tomar conciencia que aquella no es la adecuada para este fin y por tanto, modificarla. Pasar de las 2.500 calorías diarias a quizás 1.300, sería lo adecuado, aunque obviamente este tipo de conocimiento proviene de sus lecturas previas de revistas de belleza y salud, de conversaciones con amistades y/o profesionales también del área de la salud. Por tanto podría decidir cambiar la dieta. Otra acción que podría realizar esta persona es hacer ejercicios, para lo cual podría inscribirse en un gimnasio, adquirir máquinas de ejercicios para ejercitarse en su hogar o bien, realizar ejercicios que no necesariamente requieran la compra de equipamiento. Lo anterior responderá a los valores y/o creencias de la persona o bien, a su disponibilidad de recursos (tiempo, dinero, entre otros). Otra de las acciones que podría emprender esta persona, es ir al médico especialista en obesidad, realizarse un chequeo y recibir un diagnóstico (inicial) por parte de este profesional, además de las recomendaciones respecto a las acciones que deberá realizar, que podrían incluir tomar medicamentos inhibidores del apetito o la ansiedad (las causas de la obesidad son múltiples).
Esta persona, ya en conocimiento de las distintas acciones que pueden conducirla a ponerse en forma, deberá luego establecer cuál de ellas pondrá en acción, pudiendo ser una o varias de las mencionadas, en alguna combinación que le parezca pertinente. Una de estas combinaciones podría ser ir al médico, hacer dieta y matricularse en un gimnasio. La elección del médico, la dieta y el gimnasio responderá a los recursos de que disponga y a sus creencias/valores. Ya comenzado el plan para “ponerse en forma”, esta persona deberá ir revisando los progresos y/o desviaciones respecto a dicho plan, lo que significa necesariamente contar con el diagnóstico inicial, que no es otra cosa que una especie de fotografía de cómo la persona se encontraba antes de comenzar su plan de acción para ponerse en forma. Este diagnóstico podría incluir el índice de masa corporal, el peso, la talla, las medidas de cintura, cadera y pecho, la inspección visual de su cuerpo, una fotografía del mismo, el tiempo que tarda el ritmo cardíaco en volver a su estado basal tras exponerse a una exigencia física, entre otros. Lo anterior, con la intención de ir verificando los progresos que se vayan logrando a medida que el plan de acción para ponerse en forma se desarrolle. Obviamente en cada chequeo –establecido con alguna frecuencia (semanal, bisemanal, mensual u otra)–, se controlarán las variables definidas en la meta utilizando para ello los instrumentos adecuados, que en el caso del peso será una balanza; una huincha en el caso de las medidas de cintura, caderas y tallas; un electrocardiógrafo para el ritmo cardíaco, entre otros, controlando con ello progresos, hasta que en algún momento se alcance la meta y por tanto se cumpla el objetivo.
Como puede apreciarse de la historia, “ponerse en forma” no es una acción puntual sino un proceso, el proceso de ponerse en forma. Dicho proceso no será igual en todas las personas, pues depende entre otras cosas de la fisiología y la genética particular. De igual modo, las acciones decididas para llevar a cabo constituyen el plan de acción para ponerse en forma. Las decisiones tomadas para elegir tales o cuales acciones dentro de este plan, fueron tomadas en base a información relacionada con las creencias/valores personales, la disponibilidad horaria, la disponibilidad de dinero, entre otras, es decir corresponden a una cierta administración de los recursos disponibles para lograr el objetivo de ponerse en forma. Además de verificar que las acciones decididas llevar a cabo se estuvieran llevando a cabo, se verificó cada cierto tiempo, el impacto que éstas tenían en el objetivo final, es decir, se controlaban los avances y progresos durante este proceso.
Llegado este punto no resulta difícil entonces ver cómo toda esta historia se relaciona con el tópico de interés de este estudio, que es la Innovación. En forma análoga a la persona de la historia, una empresa puede decidir innovar, lo que tampoco se logra de inmediato, sino a través de un proceso, el Proceso de Innovación, con el objetivo –que en el caso de la persona de la historia era ponerse en forma– de mantener e incrementar su Competitividad. Para ello decide llevar a cabo acciones, que constituirán el Plan de Acción para la Innovación. Las acciones que se decidan llevar a cabo deberán ser objeto de Control usando ciertos Instrumentos de Medición, de modo de apreciar progresos y/o desviaciones del plan originalmente trazado. Estas acciones tomadas en base a información disponible y su control, constituirán el Sistema de Gestión de la Innovación. Por otra parte, al igual que en el caso de la persona de la historia el proceso de ponerse en forma variaba de persona a persona, el proceso de innovación varía de empresa a empresa. Muchos investigadores han planteado un Modelo del Proceso de Innovación con el objetivo de entenderlo y poder replicarlo exitosamente en aquellas empresas en que no está implementado. Acá es necesario señalar que estos modelos no son más que representaciones simples y teóricas de fenómenos complejos y reales, cuya finalidad es brindar interpretaciones útiles de este proceso que permitan a otras empresas ser exitosas en la consecución del objetivo de innovar.
Las motivaciones personales que me llevaron a emprender esta aventura no son otras que contribuir a que las Pymes nacionales de la industria de las Comunicaciones Estratégicas, en particular, y las Pymes en general, entiendan a qué se refiere la innovación, cuáles son los beneficios para sus empresas y cómo pueden comenzar a dar sus primeros pasos en este proceso, que sin duda, les permitirá transitar hacia un estado de mayor competitividad en un entorno caracterizado por un gran dinamismo y constantes cambios.
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PS 1. De acuerdo al PrS 3, usted puede descargar en el siguiente link La Importancia de la Práctica (E44).
PS2. Postcript siempre se ha abreviado como PS.
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