23.12.12

Pan nuestro de cada día: Creencias, Rituales y Mandatos (+E49)


By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 23 de diciembre de 2012.

En época navideña, donde las tiendas se atiborran con gente endeudándose hasta las masas, uno no puede abstraerse de escribir sobre ésto, sea en el tono que sea.

No obstante, puesto  que uno, a su vez, debe adentrarse en estos océanos de gente y adquirir bienes (más que servicios) que quieres, en muchos casos, y debes, en muchos otros, regalar a otros, por diversas razones o motivaciones, no queda mucho tiempo para hacerlo. Lo mejor en estos casos, para dar cumplimiento a ciertos rituales (auto)impuestos, es tomar alguna carta que correos  haya extraviado -y que probablemente, su emisor no se enterará sino hasta la noche buena- y transcribirla para solaz de los lectores, que es justamente lo que haré:

Querido Viejito Pascuero:

Dado que el tiempo pasa demasiado rápido y que estoy lleno de sombreros que me cambio a cada rato, no había tenido tiempo de escribirte la famosa cartita con mi petitorio anual de regalos, principal objetivo de ésta, pues el resto es sólo ruido y luces de artificios que anticipan lo que será la bienvenida del nuevo año y los excesos de una noche donde la gente tiene la presión de pasarlo bien, bebiendo a destajo. Tampoco, de exponerte en ésta, las razones por las que merezco dichos regalitos, pero que finalmente no son sino fantasías que devienen en puras mentiras llenas de atributos que tan sólo santos y muertos poseen, como si alguna vez hubiera existido muerto malo. Desde cuándo tantos santos en esta provincia?.

Hubo una vez, se supone, un tal Moisés que hizo pública una especie de tablas con mandatos. Creo eran diez. Me refiero a los mandatos; no a las tablas, obviamente, que eran dos. Probablemente de éstos, sólo “No matarás” no haya sido transgredido masivamente. Quizás los mandatos eran muy aracaicos ya en esa época. Quizás hoy en día, también. Se sabe que no caen bien las imposiciones. Menos aún, las caídas desde el cielo. No desearás a la mujer del otro? Pan nuestro de cada día. No codiarás los bienes del otro? Pan nuestro de cada día.  No levantarás falso testimonio contra tu prójimo? Pan nuestro de cada día. No adorarás otros dioses? Pan nuestro de cada día. No tendrás ídolos falsos ni chantas? Pan nuestro de cada día. No deshonrarás a tus padres? Pan nuestro de cada día. No jurarás en falso? Pan nuestro de cada día. No trabajarás el séptimo día? -Alguna vez trabajas?- Pan nuestro de cada día. No hurtarás? Pan nuestro de cada día. No cometerás adulterio? Pan nuestro de cada día. En fin, no suma ni sigue, porque son sólo 10 -menos mal!-.

Yo no soy un santo ni creo sea un muerto, aun cuando ya haya probado muchas frutas prohibidas. Por lo demás, se sabe que las aguas hurtadas o deleites prohibidos son los más dulces y que el pan tomado a escondidas es más sabroso. También, que el que nace chicharra muere cantando y que la única diferencia entre un santo y un pecador es que el santo tiene un pasado y el pecador, un futuro. Así que no te preocupes: Tengo futuro... Pero no nos distraigamos, Viejito Pascuero y volvamos al tema de los regalos: Traemé cualquier cosita sobre 15 mil pesos o 30 dólares: Libros, películas y perfumes, siempre y cuando sean originales. Ya sabes que me cargan las imitaciones y el pirateo, tanto como la gente con el síndrome de Peter Pan, como aquellas viejas de +30, que hablan de dibujos animados y se disfrazan de Rodolfo en los rituales laborales de fin de año; tecnologías vanguardistas, nada aracaico ni obsoleto: De Iphone 5 o Galaxy SIII, para arriba; ropa de marca, lo mismo que relojes y lentes de sol. Y si las cosas se han agotado, se acepta platita, Viejito Pascuero: Platita constante y sonante, eso sí. Nada de vales ni gift cards. Menos de éstas!. Ya se sabe que las multitiendas venden artículos masivos y populares, lo que atenta contra la exclusividad y la originalidad, además de no son fashion para nada. Si quieres regalarme mucho amor, paz y esas tonteras que algunos insisten en querer reivindicar para estas fechas, te advierto de inmediato que te abstengas de hacerlo: A otro perro con ese hueso. No, no, no, no. Para mi no son más que regalos de gente tacaña, por no decir una palabrota. Y eso sí que no lo aguanto, Viejito Pascuero. Las cosas claritas: Podré ser fresco, pero no cínico. Al pan, pan; al agua, agua.

Saludos, Viejito Pascuero y que te lleguen muchos regalos también a ti, aunque eso dependerá sólo de que no los regales todos. Eso sí, no te dejes los míos!.

Verdi, JP.
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PS. Y querido viejito pascuero, cuidame de malos libros, gente envidiosa y mujeres locas, que atiborran este mundo tanto como los consumidores, en esta época, las tiendas.

Y habiendo ya cumplido, querido lector, con la monserga dominical, dejo para su solaz el link con la Entrega 49 (E49) de Carrera Profesional.

Saludos y disfruten de una buena noche.
C Alvarez Velden

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