2.12.12

Storytelling, un día largo y el eterno retorno de Homero (+E45)

By © Claudio Álvarez Velden. Santiago, 2 de diciembre de 2012.

Cae la noche en Santiago. El Starbucks recibe una afluencia inusual de público. El sofocante calor y la exasperante ausencia de wifi marcan la jornada. Ha sido un día largo. Mientras me dirigía al seminario de propiedad intelectual, en la beata universidad nacional, a primera hora del alba, el sino quiso que diera con un evento de innovación y emprendimiento. Quizás más emprendimiento que innovación. Debía estar registrado. El sino quiso que no lo estuviese. Era una prueba de éste. Era una oportunidad para mí. Encantar serpientes, encantar beatas, encantar doncellas, encantar organizadores de eventos de innovación y emprendimiento -quizás más de lo último que de lo primero-, no presentan diferencia alguna. El arte de la seducción abre puertas, sean éstas de eventos, conventos o alcobas. Ingresé a la charla de branding. Sorpresa fue encontrarme con uno de los relatores del taller de emprendimiento. Quizás no tanto. Acompañábanlo dos sujetos con pinta de diseñadores y clones -sin la w, aunque podrían haberlo sido-. Uno hablaba inglés, el otro castellano. Uno era Pedro, el otro Peter. Uno usaba una polera negra, el otro también. Ambos eran canosos. Ambos lucían exhaustos. (Ambos anhelaban lucir como Jobs). Lo más destacado señalado por el primero, fue que el dinero no era el fin. Lo más destacado del segundo, que había que vivir la pasión. El primero habló de storytelling. El segundo ejecutó un storytelling: publicidad, perfumes y ajos. El primero no pudo conectar su Iphone, así que tuvo que improvisar. El segundo no tuvo problemas en conectar su Mac y en sus diapos viéronse un perfume, un ajo y un logo. Su logo. El primerpo terminó. El segundo terminó. Fue el turno del tercero. Dijo lo mismo que sus predecesores. Hizo chistes malos sobre ésto. Arengó a ser innovadores en lo que realmente éramos buenos. Lo más destacado del último fue que... Ya no lo recuerdo. Tengo memoria cortoplacista. Me acuerdo de Memento. Me acuerdo de su protagonista. Me acuerdo que debe escribir todo lo que le pasa: como registro, como memoria, como historia. Historia que luego crea, recrea y que nos es presentada por un narrador omnisciente. Me acuerdo que debo escribir todo lo que me pasa, como que ya cae la noche en Santiago y que el Starbucks presenta una inusual afluencia de público, mientras el sofocante calor y la exasperante ausencia de wifi marcan la jornada. Ha sido un día largo.


Saludos cordiales y no olviden contar su historia -requisito sine qua non para acceder al manual de los Cinco Secretos para la Autogestión de Carrera Exitosa, tras la E50-.

C. Alvarez Velden
--

No hay comentarios.: